El reconocido ex canciller Álvaro Leyva ha vuelto a acaparar la atención del debate político en Colombia, tras la publicación de una carta abierta dirigida al presidente Gustavo Petro. En este documento, Leyva expone sus puntos de vista sobre las complejas disputas que ha enfrentado durante su mandato como jefe de la diplomacia colombiana, y también revela la tensión interna que experimentó en su tiempo en el cargo. Este hecho no solo marca una etapa crucial en su carrera, sino que también pone de manifiesto las luchas de poder que a menudo acontecen en el ámbito político.
En su carta, Leyva, quien anteriormente ocupó el cargo de Ministro de Asuntos Exteriores en el actual gobierno, asegura que nunca falló a Gustavo Petro ni a la causa política que ambos representaban. «En poco tiempo, fallé, presidente. Jugué todo para ti y la causa. Ni un reclamo me puede hacer», escribió el ex funcionario, subrayando su dedicación y compromiso con las políticas implementadas durante su periodo de servicio. Esta declaración no solo refleja su lealtad, sino también la frustración que siente por las circunstancias que lo llevaron a su renuncia.
La controversia se profundiza al mencionar que Leyva fue desestimado y castigado por el Ministro de Justicia, quien tomó la decisión de realizar una subasta pública para la producción y emisión de pasaportes; un trámite administrativo que, como se ha demostrado, no fue bien recibido en los altos círculos del gobierno. La carta de Leyva sugiere implícitamente que los conflictos que desencadenaron su salida fueron mucho más complejos y abarcaron diferentes áreas de la gestión política, más allá del singular asunto del pasaporte.
Asimismo, en su escrito, Leyva hace mención de figuras relevantes dentro del entorno cercano a Gustavo Petro, tales como Laura Sarabia y Armando Benedetti. Esto no solo resalta las conexiones que existían, sino que también señala que decisiones internas y dinámicas de poder han jugado un rol importante en su alejamiento progresivo de la Comisión. «A medida que pasaron los meses, se presentaron discrepancias y hechos que me quitaron», anota, dejando entrever que las relaciones en el seno del gobierno no son tan sólidas como se pretenden mostrar.
La publicación de esta carta ha suscitado un gran revuelo en el panorama político colombiano, donde varios sectores la interpretan como un indicativo de la creciente distancia entre el presidente Petro y algunos de sus antiguos aliados. La falta de una respuesta oficial por parte de la casa de Nariño hasta el momento, ha llevado a especulaciones sobre las implicaciones de este conflicto interno y las posibles repercusiones en la dirección futura del gobierno.
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