Cartagena, 14 de agosto de 2025 En un entorno cuidadosamente controlado durante la décima versión del Congreso de Negocios Colombianos organizado por Andi, se creó un momento auténtico cuando pocos se atreverían a jugar: ex alcalde de Medellín y candidato presidencial, Daniel QuinteroRompió al escenario, llevando la bandera de Palestina, un símbolo de solidaridad con la humanidad y el coraje para condenar lo que muchos prefieren ignorar.
Durante el debate con la participación de Mauricio Cárdenas Quintero, no fue otro invitado: fue al escenario sin autorización, pero con una fuerte intención. Su gesto, dejando la zona de confort y gritando desde el símbolo más elocuente, despertó más que reacciones: era consciente.
Su acción causó zapatos y gritos como «¡fuera!» Y «¡un ladrón!», Expresiones de aquellos que no están preparados para enfrentar molestias, que es la verdad del cuerpo vivo. Sin embargo, en este acto resuena un mensaje claro: hay quienes no se cierran del poderoso silencio.
Después del episodio de Quintero, explicó su impulso: levantar esta bandera en esta vivienda no fue un accidente, fue una posición consciente contra la indiferencia. Como dijo, «no podrán silenciar nuestra voz».
¿Por qué es un acto heroico?
- Coraje contra la indiferencia: Si bien la mayoría respeta los protocolos y evitan la controversia, decidieron enfrentar la realidad con el símbolo que arde en el mundo.
- Romper los scripts establecidos: No esperó la curva o el permiso. Su intervención, directa y sin filtros, afirma que algunos problemas merecen más que discursos en los medios.
- Visibilidad de causas globales: Transferir la bandera de Palestina al Centro del Foro de Negocios es una declaración clara: los valores humanos deben exceder las barreras políticas.
- Conversación urgente: Su opinión: «No podrán silenciar nuestra voz», él resuena como un desafío para el silencio institucional y para muchos es un ícono del nuevo activismo en la política.
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