Después del fuerte triunfo de Colombia en Bolivia (3-0) y la clasificación directa de la Copa Mundial de la FIFA 2026, la imagen capturada en el estadio metropolitano en Barranquilla se convirtió en un símbolo y resonó en todo el país. James Rodríguez, autor del primer gol del partido y el capitán del equipo, decidió quedarse en el medio del campo cuando el estadio ya estaba vacío. Barefoot, sentado en el círculo medio, se abrazó las piernas y claramente pensó, dejó a los presentes con una notable nostalgia.
Los puestos abandonados y el silencio después de la ceremonia le dieron un marco solemne para este momento íntimo, que muchos interpretaron como una despedida simbólica para el «apego de Barranquilla» y tal vez sobre el ciclo de James con el equipo nacional colombiano por calificaciones.
La Federación de Fútbol Colombiana alimentó más emocionalidad del momento, publicando en las redes sociales un homenaje al video con pinturas de varios momentos históricos de James de Tricolor, en compañía del mensaje «Lo hiciste … James David Rodríguez Rubio. Gracias, Capitán, esta es tu casa».
Durante una breve conferencia de prensa después del partido, el volante expresó sus emociones y orgullo:
«Cuando era niño, soñaba con todas estas cosas. Creo que casi todo se hizo realidad … Esto es un gran orgullo, es otra Copa Mundial y esperamos recuperarnos. Esta ciudad merece todo esto».
Sin embargo, James no hizo declaraciones claras sobre su futuro en la elección. A los 34 años, muchos creen que podría ser su último juego de eliminación en casa, aunque prefería permanecer restringido.
Este momento solitario no fue solo una escena simple: fue un puente entre el pasado y el futuro, una pausa llena de importancia antes del próximo gran desafío de la Copa del Mundo. James sale en la metrópolis como un sendero indeleble, una imagen que agrega la herencia de un jugador, lo que significó tiempos en Tricolor.
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