Advertencia máxima en Chocó por Elna desempleo armado: las fuerzas militares reaccionan con la distribución de masas
La situación en Chocó se ha vuelto extremadamente crítica tras el reciente anuncio de una detención armada de 72 horas por parte del ELN (Ejército de Liberación Nacional). Este anuncio ha generado una fuerte respuesta por parte de las fuerzas militares, que han tomado medidas inmediatas para reforzar la seguridad en el departamento. Como parte de esta respuesta, han distribuido más de 3,600 uniformes a lo largo del territorio, asegurando una presencia significativa en la subregión de Baudó, donde los temores son más palpables.
El comandante de las fuerzas militares, el almirante Francisco, emitió un comentario claro sobre la situación, describiendo el desempleo armado como una evidencia de la debilidad inherente del grupo armado. Además, subrayó que el objetivo principal del ELN es intimidar a la población civil y generar un efecto de control sobre la movilidad y el suministro de bienes y servicios en la región. Esta táctica de intimidación busca consolidar el poder del grupo y generar miedo entre los ciudadanos, lo que puede resultar en un clima de inestabilidad persistente.
Para contrarrestar esta amenaza, los soldados de la Séptima División del Ejército, junto con las Fuerzas Navales del Pacífico y el Comando de la Fight Air Fight, ya están en acción para asegurar la protección de los residentes, particularmente en las áreas aledañas al río, que son cruciales para el sustento y la vida cotidiana de la comunidad. La presencia militar ha aumentado de manera significativa, con un enfoque específico en mitigar cualquier alteración del orden público asociada con las actividades del ELN.
Kubids, quien mantiene un monitoreo directo sobre ELN, enfatizó la importancia de la intervención de las Fuerzas Armadas en la seguridad de los Chocoanos, reafirmando que el compromiso es firme y que la prioridad es salvaguardar la integridad y el bienestar de la población. Este enfoque proactivo está diseñado no solo para afrontar el desafío inmediato que presenta el grupo armado, sino también para fomentar un sentido de confianza y seguridad entre los habitantes de Chocó.
Con la intensificación de las operaciones militares, se espera que la situación mejore, aunque el camino hacia la estabilidad puede ser largo y lleno de obstáculos. No obstante, la determinación de las fuerzas armadas de proteger a los ciudadanos puede ser un paso crucial para restaurar la paz en la región. Los residentes, al enterarse de la creciente presencia militar, pueden sentirse un poco más seguros, aunque el miedo y la incertidumbre continúen acechando en sus mentes.
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