El turismo hacia los Estados Unidos está atravesando una etapa crítica. Durante el primer trimestre de 2025, se registró una disminución del 32% en el número de turistas canadienses, marcando un descenso histórico que encendió las alarmas en la industria turística. En medio de este panorama, México ha emergido como un nuevo destino preferido entre los viajeros canadienses. Este boicot canadiense está replanteando el mapa del turismo estadounidense de formas que no se habían anticipado.
Las cifras hablan por sí mismas: la cantidad de reservas que los usuarios canadienses realizaron en Airbnb en México creció un notable 27%, mientras que los ingresos generales de la plataforma cayeron un alarmante 42% en comparación con el año anterior. Esta tendencia no es casual y revela un cambio estructural en las preferencias de viaje, impulsado en gran medida por el desacuerdo internacional con las políticas implementadas por el ex presidente Donald Trump.
El impacto en las aerolíneas ha sido igualmente significativo. Compañías como Air Canada y WestJet han reducido sus vuelos hacia varias ciudades estadounidenses debido a la disminución de la demanda. Esta percepción negativa sobre los Estados Unidos está comenzando a reflejarse en estadísticas concretas, afectando las decisiones de viaje de los canadienses.
La política de Trump afecta el turismo y crea incertidumbre económica
La retórica agresiva y las amenazas de aranceles bajo la administración de Trump han impactado deberasmente la imagen de los Estados Unidos como un destino turístico atractivo. Una encuesta reciente realizada por Abacus reveló que el 56% de los canadienses optaron por cancelar o modificar sus planes de viaje hacia los EE. UU. debido a razones políticas.
Airbnb ha admitido que América Latina ha convertido a esta región en su mercado más grande. Al mismo tiempo, el índice de confianza del consumidor en EE. UU. se ha desplomado a su nivel más bajo en cinco años. Esta inestabilidad ha llevado a importantes empresas del sector, como Delta, Hilton y Southwest Airlines, a rebajar sus proyecciones de crecimiento para 2025.
Según los analistas de Goldman Sachs y JP Morgan, se estima que EE. UU. podría perder entre 23,000 a 71,000 millones de dólares en este año como consecuencia de la disminución del gasto turístico. Esta crisis ha afectado no solo a resorts grandes, sino también a pequeños hoteles y negocios locales que dependen del turismo.
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México surge como el beneficiario en un nuevo panorama turístico global
Con un ambiente más acogedor y menos controversias diplomáticas, México se ha posicionado como un gran beneficiario de la caída del turismo estadounidense. Sin las restricciones rígidas de migración y con un enfoque más amigable hacia los visitantes, el país se presenta como un refugio atractivo para los viajeros internacionales.
Este fenómeno va más allá de los números económicos y se convierte en una declaración de intenciones. Viajar no se trata únicamente de experiencias, sino también de expresar una postura política. La política de confrontación del ex presidente Trump ha transformado el turismo en un indicador del clima geopolítico, dirigiendo a muchos viajeros hacia destinos más amigables en el Sur.
Mientras tanto, las marcas estadounidenses se encuentran en medio de un boicot internacional que está llevando a los consumidores a optar por productos y servicios ofrecidos en otras partes del mundo. El mensaje es claro: el mundo está respondiendo, y el turismo es, sin duda, una de las primeras industrias que siente los cambios y su repercusión.
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