En un esfuerzo por consolidar una respuesta efectiva frente a los crecientes índices de asesinatos y la actividad delictiva de la policía polaca de los colombianos, el Departamento de Policía Tolim, junto con su equipo Gaula, ha logrado un avance significativo en las últimas horas al desarticular la organización criminal conocida como «nueva generación». Esta operación ha sido posible gracias a la implementación de un exhaustivo plan denominado «Tsunami».
La estrategia operativa se materializó a través de la realización simultánea de dos procedimientos de búsqueda y registro. Estas acciones se llevaron a cabo en áreas específicas de Ibagué, incluyendo los distritos de Miramar, Las Victorias y el futuro de la comuna de El Espinal. Además, se extendieron por rutas públicas en el distrito Kalarku La Esperanza, en Kalark, así como en el centro de la ciudad de Armenia, donde se realizaron intervenciones planificadas para maximizar el impacto.
Como resultado de estas operaciones, cinco individuos reconocidos por sus alias – «El Granduelo», «Ovidio», «Milena», «Esteban» y «Duván» – que eran buscados por la justicia local, fueron capturados. Estos arrestos son un indicativo de la eficacia de las tácticas empleadas, las cuales están enfocadas en acabar con la impunidad y el temor que infunden estas bandas criminales.
Durante el desarrollo de la operación, los agentes también lograron recuperar tres teléfonos móviles que serán sometidos a un riguroso proceso de extracción y análisis. La información que se obtenga de estos dispositivos se considera crucial para la continuidad de la investigación y el esclarecimiento de otros crímenes relacionados.
La oficina del fiscal especializado, en colaboración con las autoridades de Gaula, ha realizado un seguimiento detallado de estas capturas. Tras un juicio virtual, se ha determinado la imposición de medidas de aseguramiento en prisión, asegurando así que estos individuos no puedan seguir con sus actividades delictivas desde la libertad.
Las investigaciones han arrojado que algunos de los detenidos están presuntamente involucrados en múltiples casos de extorsión, así como en dos asesinatos destacados. Uno de estos crímenes ocurrió el 30 de julio de 2024 en el distrito de San Pedro, y el otro el 14 de noviembre de 2024 en el distrito de Santa Margarita María. Ambos delitos presentan modalidades de operación que son alarmantes y que demandan una respuesta contundente de las autoridades.
Asimismo, varios de los arrestados tienen vínculos con más de ocho casos de extorsión dirigidos a comerciantes y residentes de la región. Se ha denunciado que exigían montos de entre 15 a 30 millones de pesos para no atentar contra la integridad de las víctimas o de sus familias. Se estima que al menos en 20 ocasiones, la fachada de las viviendas de las víctimas habría sido atacada como un táctica de intimidación.
Se tiene conocimiento que esta estructura criminal habría obtenido más de 50 millones de pesos a partir de sus actividades ilícitas, con la dirección no solo de algunos de los individuos capturados, sino también de otros que, identificados como «gemelo» y «Trujillo», actualmente se encuentran cumpliendo condena en un centro de reclusión en Boyacá.
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