Santa Fe independiente no solo perdió en Manizales, sino que también expuso el bajo nivel de varios jugadores. Uno de los más marcados por el fanático fue Ewil Murillo, un mediocampista que no puede recuperar la versión que eliminó a los millonarios la última liga.
Antes de una vez Caldas, Murillo estaba lejos de su mejor nivel. Los fanáticos lo describieron como un jugador «perdido», sin influencia en el juego y con errores que cuestan espacios importantes.
En X, los comentarios fueron abrumadores: «Ewil no ha sido bueno este semestre», «lo peor del juego fue Ewil, ansioso e impreciso», «No había química en el medio» e incluso «Ewil era solo una chispa de fútbol».
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La afirmación es clara: los fanáticos sienten que Murillo se convirtió en un sustituto más y eso no ofrece soluciones reales cuando el equipo necesita creatividad. En una fiesta donde Santa Fe tuvo que mostrar jerarquía, su actuación estuvo marcada por la ansiedad y la falta de claridad en los pases.
La situación preocupa al cuerpo técnico, que busca variantes para enfrentar a millonarios en la capital clásica. Con un campo de conconección media, El león Corre el riesgo de perder el control del juego más esperado por los fanáticos de Bogotá.
Murillo, quien llegó como un compromiso de dar frescura a la zona de creación, hoy se carga con el peso de las críticas. El fanático exige que los jugadores que sean diferentes y consideren que el volante está lejos de ese nivel.
El clásico puede ser su última oportunidad de demostrar que todavía puede deberse a la propiedad de la camisa de Santa Fe.
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