Desde mediados de enero de 2025, región CatatumboEn la sección de Norte de Santander, la frontera de Venezuela, está frente a una crisis humanitaria sin precedentes. La intensificación de la lucha entre los partisanos Mazorca y disidentes FARC -EMCFuerza al desplazamiento de masa y limitación de las poblaciones civiles.
Según unifiFid Command Post (PMU) y registros oficiales, Más de 61,000 personas fueron desplazadasconvirtiéndose en el éxodo interno más grande registrado en Colombia desde 1997. Además, más que más que 12.900 personas son limitadasIncapaz de dejar sus territorios por miedo a la violencia. Un portavoz de portavoz estima que cerca Influenciado a 77,400 personas directamente debido al conflicto.
Según los datos de la oficina del portavoz, en solo una semana entre el 16 y el 23 de enero, los desplazamientos, que excedieron los 42,000 habitantes, excediendo los datos de desplazamiento anual de 2024.
Violencia y violación de los derechos humanos
Organizaciones como Esté atento a los derechos humanos Ellos documentaron Abuso grave de civilesIncluyendo asesinatos campesinos, reclutamiento forzado de menores, limitando el cierre y la movilidad impuesta por los grupos armados.
El informe de la ONU reveló que solo dentro de los cinco días fue al menos 60 asesinatosmás de 18,000 desplazados y 46,000 niños y niñas sin clases Por violencia.
Las peleas también fueron fatales para los líderes sociales y los firmantes del acuerdo de paz. Al menos seis fueron asesinados por capas paramilitares y partidarios en municipios como Tarra y Tibú.
Contexto y desafíos institucionales
Estas confrontaciones armadas se formulan en la disputa sobre el control territorial y económico del tráfico de drogas. La ruptura de la tregua entre ELN y los disidentes, como el Front 33 a principios de 2025, liberó la escalada del conflicto, que acusó al menos 103 vidas en los primeros meses del año.
La presencia del estado en la región es pobre, lo que permitió a las estructuras armadas imponer regímenes de facto, limitar los derechos básicos y generar miedo en las comunidades locales.
Reacción humanitaria y necesidades urgentes
Acnur advierte que la región requiere Ayuda urgente en refugio, agua potable, alimentos, atención médica, educación y apoyo psicosocialEspecialmente en el caso de los niños, adolescentes y mujeres afectadas por el desplazamiento y el cierre.
Además, se ha indicado la urgencia de la protección legal de las tierras abandonadas y las garantías de rendimientos seguros si las condiciones lo permiten.
La crisis también genera tensiones diplomáticas entre Colombia y Venezuela. Las reveciones sobre los partidarios de ELN en el territorio venezolano causaron acusaciones mutuas y distribuciones militares fronterizas.
La situación en Catatumbo representa la situación humanitaria, que se opone no solo al gobierno colombiano, sino también a la comunidad internacional. El reasentamiento masivo y las violaciones continuas de los derechos humanos requieren reacciones urgentes y coordinadas. Es necesaria una garantía de protección de la población civil, detener la violencia y restaurar la presencia institucional en la región para evitar la profundización de esta tragedia.
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