En horas recientes, los valientes soldados del Batallón de Infantería No. 18 Coronel Jaime Roooke, que forman parte de la Sexta Brigada del Ejército Nacional, llevaron a cabo una operación conjunta con la Fuerza Aérea y la Coordinación de Gaula de la Policía Nacional. Esta colaboración resultó en la captura del Frente Gao-R, Joaquín González, alias Fabián, así como de Suárez Bidoño y tres miembros adicionales de este comité conocido como VEREDAZAZAZAZA y ALIÁNAZAZ. La operación tuvo lugar en la Comuna de Icononzo, un área que ha sido muy afectada por la actividad delictiva.
Unos minutos antes de su captura, los operativos realizaron una reunión con los compradores, donde se presume que se intentó intimidarlos y obligarlos a cargar dinero. Como resultado de esta extorsión, se logró recuperar más de 5 millones de pesos. Es importante destacar que el alias Fabián había recibido la instrucción de recolectar la desmesurada suma de 300 millones de pesos mensuales, un objetivo que imponía sobre agricultores, empresarios, comerciantes y pequeños productores en las comunas de Roncesvalles, Rovira y en las zonas rurales de Coello, Koku, Laureles, Dantas y Carmen de Bulira.
Durante esta significativa operación, también fueron capturados otros individuos conocidos bajo los alias de El Zarco y Julián, junto con El Indio. Estos sujetos eran responsables de la intimidación mediante la distribución de folletos amenazantes, así como por poseer armas cortas, municiones y teléfonos móviles que utilizaban para coordinar sus actividades delictivas.
En cuanto al perfil de alias Fabián, es relevante mencionar que fue un miembro activo de Gao-R. Esta facción fue dirigida por Jorge Suárez Briceño, cuyo nombre verdadero es Joaquín González. A través de su vinculación con esta organización, Fabián adquirió múltiples roles, que incluían la responsabilidad sobre tareas de financiamiento y coordinación de actividades ilícitas, hasta convertirse en un alto mando en febrero de 2025. Sus antecedentes criminales son alarmantes e incluyen: extorsión sistemática hacia compradores y transportadores, reclutamiento forzado, así como actividades de inteligencia criminal en contra de las fuerzas armadas. Su modus operandi incluía el proselitismo armado y político, que manifestaba a través de la distribución de folletos intimidatorios y actos de coerción sobre la población en las áreas donde operaba.
Aún más preocupante es el hecho de que su actividad delictiva no se limitaba a una sola región; su influencia se extendió a varios departamentos, incluyendo Meta (particularmente en La Macarena y Uribe), Caquetá (especialmente en San Vicente del Caguán y Puerto Rico), y a lo largo de un año en Tolim, afectando lugares como Roncesvalles, Icononzo y San Antonio.
Asimismo, Fabián enfrentaba múltiples órdenes de arresto por sus delitos de reclutamiento forzado y por formar parte de un concierto criminal que incluía asesinatos y disturbios a la ordenanza constitucional. Debido a esto, su captura fue de suma importancia para las autoridades competentes.
Gracias a los resultados obtenidos en esta operación, los soldados de la Sexta Brigada del Ejército Nacional no solo lograron un avance significativo en la reducción de las actividades terroristas, sino que también debilitaron el control ejercido por el frente de Gao-R bajo Joaquín González, impactando negativamente sus finanzas. Además, esta acción se orientó hacia el reforzamiento del trabajo político y la organización de masas en las regiones de Meta, Caquetá y Guaviare, así como en la interrupción del movimiento de armas, explosivos y otros materiales logísticos necesarios para fortalecer al Gao-R y su capacidad de financiamiento.
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