Como parte del «Plan de Cazadores», en colaboración con la Oficina del Fiscal General, se logró la captura de César Durán, conocido popularmente por su apodo «Gallina». Este operativo se realizó en la granja «perdonada», ubicada en el municipio de Los Caucos, mediante una diligencia de registro y búsqueda.
Este individuo es considerado un peligroso actor criminal y supuestamente ocupó el cargo de líder en el grupo delictivo conocido como «Los Capuyos», que está implicado en numerosos casos de asesinatos selectivos en la ciudad de Ibagué.
En agosto de 2024, este grupo criminal ya había sufrido un impacto significativo cuando la policía nacional detuvo a nueve de sus miembros, quienes contaban con un esquema de protección en prisión. Uno de ellos, apodado «pollo», logró evadir la captura por parte de las autoridades durante ese incidente.
La intervención de las fuerzas del orden fue vital para hacer justicia por varios crímenes graves, incluyendo la organización de actos criminales destinados a asesinar, la producción, transporte y uso de armas de fuego, así como homicidios, asesinatos en grado de tentativa e instrumentalización de menores para cometer ilícitos.
La captura de «Gallina» se llevó a cabo en cumplimiento de la orden emitida por el octavo tribunal criminal de garantías de la ciudad de Ibagué-Tolima, vinculada a actos de violencia severos que tuvieron lugar en el área metropolitana de Ibagué entre 2022 y 2024.
Entre los crímenes más notorios que se le atribuyen están:
El asesinato de Juan David Alba Gallo, ocurrido el 28 de diciembre de 2022, en la vía de San Bernardo.
El homicidio de Víctor Andrés Espitia, conocido como «La Chanda», que se llevó a cabo el 22 de abril de 2024, en el nuevo barrio de Castilla.
El intento de asesinato contra Jhon Brallan Murillo Bernal, ocurrido el 6 de junio de 2024, en el sector de Nazaret.
Además, se le asocia como supuestamente responsable de otros seis asesinatos consumados y de dos más que se encuentran en investigación, todos en diferentes áreas de la Capital Timense, hechos que se relacionarían con el tráfico local de drogas.
Durante la diligencia de registro y búsqueda, las fuerzas uniformadas encontraron varios elementos de evidencia que refuerzan la investigación, entre los cuales se incluyeron: dos gramos de una sustancia sospechosa, una bolsa con más de mil gramos de marihuana, 33 gramos de cocaína, dos teléfonos móviles, una granada de mano, así como veintiocho balas de calibre .38 y dos vainillas del mismo calibre.
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