En 2024, Columbia enfrentó un grave aumento en las violaciones de niños y adolescentes en conflictos armados. Las Naciones Unidas confirmaron 646 casos que afectaron a 513 menores, que representan un aumento del 42% en comparación con 2023. El número más inquietante corresponde al reclutamiento forzado: al menos 450 menores fueron utilizados por FARC, ELN, clan persa y otras entidades armadas ilegales. La violencia recluta la infancia: 450 niños utilizados por grupos armados.
Estos niños no solo fueron llevados a la guerra. También se vieron obligados a cometer crímenes, como forzar, Sicariato y microtrafficking. Muchos terminaron mutilados, asesinados o víctimas de abuso sexual. Tres de ellos fueron reclutados más de una vez en el mismo año.
Las regiones más trituradas: Cauca, Chocó, Arauca y Putumayo
El 76%de las violaciones centradas en departamentos como Cauca (40%), Chocó (8%), Arauca (8%), Putumayo (7%) y Huila (7%). Según UNICEF, casi la mitad de las víctimas son nativas o afro -sesgantes, lo que refleja una discriminación estructural alarmante. En muchos casos, los grupos armados usan la falta de presencia del estado, la pobreza extrema y la incapacidad para atraer o obligar a los menores a unirse.
La ONU también anunció que el uso de redes sociales se ha convertido en una táctica frecuente para capturar a los niños. Esta modalidad permite expandir el control de grupos ilegales en las zonas rurales y urbanas.
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Muchas violaciones: violencia sexual, ataques escolares y mutilación
Además del reclutamiento, la ONU documentó 33 casos de violencia sexual, todos contra las niñas. También registró 78 asesinatos o mutilaciones y 42 ataques contra escuelas y hospitales, algunos de los cuales se usaron como trincheras, armas o depósitos de campamentos.
Estos ataques afectaron a 7024 estudiantes, muchos de los cuales interrumpieron su educación por un período indefinido. La negación del acceso humanitario también aumentó, afectando a 24 menores. Solo el secuestro mostró una reducción, con 16 casos registrados.
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