Con pancartas, Sandgas y una marcha tranquila en las calles principales de Popayán, docenas Juventud Asignados al programa «Jóvenes en la paz», protestaron el lunes para exigir el cumplimiento de los pagos económicos atrasados por parte del estado. La movilización terminó frente a la sede del pozo social, donde los manifestantes solicitaron respuestas específicas al gerente regional Clary Isabel Ceńn, indicado por los jóvenes como una de las personas directamente responsables de la falta de soluciones.
Según los participantes, han pasado más de tres meses sin recibir el aliento prometido, lo que influyó seriamente en sus procesos educativos, de empleados y sociales. «Muchos de nosotros dependemos de estos ingresos para estudiar, trabajar y apoyar a nuestras familias. Nos sentimos abandonados», dijo uno de los manifestantes.
El programa «Youth in Peace», diseñado para apoyar a los jóvenes susceptibles a la sensibilidad, está frente a un momento crítico. La falta de pagos no solo detuvo la iniciativa de influencia social en varios territorios, sino que dejó de unirse a nuevos beneficiarios, generando preocupación por la comunidad.
Juan Carlos, coordinador de programas locales, dijo: «Hay jóvenes esperando la oportunidad, pero no podemos continuar porque el gobierno violó. Necesitamos que Clara Isabel Cerón enfrente y lidere una solución inmediata».
La protesta pasó con calma, con una fuerte llamada al diálogo. Entre las solicitudes se encuentra el pago inmediato de lo que se ha debido, la transparencia en la gestión de recursos y las garantías de continuidad del programa. Hasta ahora, la prosperidad social no ha emitido una respuesta oficial. Sin embargo, los manifestantes advirtieron que si no hay voluntad institucional, continuarían actuando sobre la presión, porque creen que no es solo dinero, sino respeto por sus derechos y futuro.
Esta situación muestra la inquietante desconexión entre las promesas estatales y la realidad de los jóvenes. Para los jóvenes «jóvenes en la habitación» tiempo de espera al final. Ahora exigen hechos, no discursos.
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