El lunes 7 de julio, los miembros del clan del Golfo Pérsico plantaron la unidad del Ejército Nacional en las zonas rurales de la comuna de Cañasgordas, al oeste de Antioquia. El ataque dejó la muerte de dos soldados profesionales que completaron el trabajo de patrulla en el pavimento de La Esperanza. Amboss del clan del Golfo deja a dos soldados muertos en Antioquia.
Las víctimas, Wilmer Javier Hidalgo Torres y Wuilinton Arley Duarte Ramírez, recibieron un impacto en los puestos que cometieron su salud. El personal militar los trasladó inmediatamente al hospital en San Carlos en la comuna, pero los médicos no le salvaron la vida.
El ejército asigna un ataque al Valle del Gulfo de Edwin Román Velásquez, dirigido por AKA Richard (Wilmar Albeiro Mejía úsuga) y también conocido como Soldado (Nelson Enrique Guzmán Ruiz).
El ejército describe el ataque como un crimen de guerra
El comando del ejército lamentó la muerte de su pueblo e indicó que el ataque fue una grave violación del derecho humanitario internacional. «Estas acciones son violaciones graves de los derechos humanos», dijo la declaración oficial.
La institución presentó quejas ante las autoridades relevantes y fortalecieron las operaciones militares para localizar a las personas responsables del delito. Además, repitió su compromiso con la protección de los civiles en áreas donde los grupos armados están tratando de imponer su control.
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Antioquia está aumentando la violencia armada; La ocupación de la bahía del clan del Golfo deja a dos soldados muertos en Antioquia
Este ataque anima advertencias sobre la crisis de seguridad en el departamento de Antioquios, especialmente en subregiones, como el suroeste, Urabá, Bajo Cauca y Occidente, donde persiste la disputa territorial entre las pandillas criminales y los partidarios.
En mayo de mayo, el gobernador Antioquia preguntó al gran gobierno de Fuerz. Aunque el director respondió que estaba evaluando acciones, aún no se conocen medidas específicas.
Este nuevo hecho de violencia refleja el riesgo de que los miembros de la fuerza pública se mantengan todos los días, mientras que las comunidades rurales permanecen atrapadas entre el miedo y el fuego.
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