En un discurso directo y sin rodeos, el representante de la cámara Eduar Alexis Triana ha expresado su firme oposición a la reciente propuesta de consulta popular que fue anunciada por el presidente Gustavo Petro. Esta propuesta incluye una serie de preguntas que se utilizarían para establecer un mecanismo para la participación ciudadana, sin embargo, Triana no vaciló en calificar esta iniciativa como una «trampa», insinuando que la intención detrás de dicha consulta no es la de construir una reforma laboral genuina, sino más bien la de capitalizar la popularidad del presidente Petro.
Triana señaló: «Las preguntas formuladas por Petro son una trampa. Ellos no están buscando una reforma laboral auténtica, están buscando voces y popularidad». Este comentario pone de manifiesto su descontento ante lo que considera una estrategia electoral subterránea. Según Triana, el gobierno debería enfocarse en desarrollar reformas estructurales que se basen en el diálogo y el consenso, en lugar de recurrir a tácticas que él considera costosas y populistas.
El representante sostiene que el contenido de la consulta ha sido diseñado deliberadamente para que los ciudadanos no puedan manifestar una reacción adversa, lo que, a su juicio, revela un intento por parte del gobierno de manipular la opinión pública utilizando recursos estatales. Él comentó: «Una vez más, el gobierno está haciendo política con el dinero de los colombianos», expresando su reacción contundente frente a lo que percibe como un uso indebido de los recursos públicos en un contexto político determinado.
Triana subrayó la urgencia de que el país se embarque en una transformación profunda en el ámbito laboral, pero también advirtió que tal transformación debe construirse con responsabilidad, involucrando a todos los sectores pertinentes: empresarios, trabajadores y, en especial, campesinos. «Necesitamos una reforma seria, pero no disfrazada de triquiñuelas. ¡Nunca más fraude, presidente! El país merece seriedad”, insistió con energía.
Él reiteró que no está en contra de los cambios en sí, pero sí cuestiona los métodos y el origen de esta iniciativa presentada por el presidente. Para él, lo que Petro está proponiendo no es un ejercicio democrático genuino, sino más bien un movimiento que busca incrementar la polarización en el país y distraer la atención de problemas económicos y sociales reales que afectan a millones de colombianos.
La propuesta de consulta popular, que aún se encuentra en proceso de formalización, ha generado reacciones encontradas tanto en los sectores oficiales como en los de oposición. Mientras algunos celebran el intento del gobierno de interactuar directamente con la ciudadanía, otros, como Triana, lo valoran como un acto de populismo encubierto que distorsiona la verdadera participación ciudadana.
A medida que se desarrolla este nuevo episodio, la tensión entre el poder Legislativo y la Cámara de Nariño se intensifica. El ambiente político es cada vez más tenso, especialmente considerando los intereses cruzados y la proximidad del próximo ciclo electoral que se avecina.
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