«Será corto, dos o tres días. Tengo ideas claras. Sé a quién votar. Hay un clima de hermandad y el espíritu de responsabilidad. No puedes regresar», dijo el cardenal Raphael Sako.
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En el contexto actual, los Cardenales se están preparando para el cónclave que efectuará la elección de un nuevo sucesor para Francisco. Este evento tan esperado comenzará el 7 de mayo y, según las expectativas de varios cardenales, se verificará que la duración sea breve, pronosticando un tiempo de entre dos y tres días. Durante este breve periodo, se llevarán a cabo las congregaciones generales, momentos clave donde se formará una imagen de una figura que pueda unificar el consenso entre los presentes.
«Será corto, dos o tres días. Tengo ideas claras. Sé a quién votar. Hay un clima de fraternidad y arena de responsabilidad. No puedes regresar». Estas palabras, expresadas por el cardenal Raphael Sako, quien también ocupa el cargo de patriarca de los caldeos, ofrecen un vistazo a la mentalidad de los participantes en la sexta congregación que se llevó a cabo recientemente.
El arzobispo cardenal de Santiago del Estero, el argentino Iglic Bokalic Bokalic, se une a esta expectativa al afirmar que la elección del nuevo Papa sucederá «pronto», lo que demuestra un acuerdo general en la percepción de que la resolución de este cónclave no se alargará más de lo necesario.
Por otro lado, el cardenal salvadoreño Gregorio Rosa Chávez, quien a sus 82 años no participará en la Capilla Sixtina, también compartió su opinión al llegar al aula del Sínodo, mencionando que la impresión general es que «será corto, dos o tres días». Este sentimiento de inminente decisión parece prevalecer entre la mayoría de los cardenales involucrados en el proceso.
Aún así, no todas las opiniones son unánimes. La única voz que se mostró discrepante fue la del cardenal sueco Anders Arborelius. «Creo que será un cónclave largo, tenemos que encontrarnos. Hay muchos cardenales nuevos y tienes que conocer». Su comentario subraya la importancia de la interacción y la familiarización entre los cardenales, especialmente con aquellos que son nuevos en el proceso de elección, lo que podría extender el tiempo del cónclave.
En definitiva, el cónclave programado para iniciar el 7 de mayo se perfila como un evento de gran relevancia, en el que la mayoría de los cardenales esperan una resolución rápida a través de un ambiente de cooperación y entendimiento mutuo. Mientras unos anticipan un proceso expedito, otros sugieren que podría ser más extenso debido a la necesidad de formar lazos y encontrar un consenso. La expectativa está en el aire, con todos los ojos puestos en el resultado de las discusiones que están por venir.
Con información de: Blu Radio