A principios de la semana pasada, en las operaciones militares en el regreso a casa contra la disputa delantera «Antonio Ricairte» con los empleados principales (EMC) ex FARC, los militares lograron reducir el alias «Dumar», líder de Martín Villa Block, y obtener diez rebeldes. Pero poco después, los soldados estaban rodeados de civiles armados que habían sido activados por disputas. Esa comunidad, aparentemente molesta por la muerte de un agricultor, que fue identificada como Ramiro Correa Ortiz, quien, según testigos, no tuvo vaius con el conflicto, evitó la salida de los militares y los continuó durante muchos días.
Información sobre el secuestro
Aunque originalmente se informó de 34 Ejército, se confirmó que lo eran 33 uniformes robados. El Defensor del Pueblo, Iris Marín, el Defensor del Pueblo de la ONU y el Proyecto Peace and OAS fueron cuestiones clave en la campaña humanitaria que permitió la liberación pacífica.
Los soldados fueron privados de libertad para Más de 70 horassin acceso a alimentos, agua o ejercicio; Rodeado por cientos de personas, donde las autoridades describieron como secuestro.
Durante el exilio, hubo un incidente particularmente preocupado: la desaparición de un joven agricultor que se negó a atacar al ejército, pero la agresión designó alias «Yimmi Martínez». Todavía se desconoce su enano y el presidente Gustavo Petro pidió activar todos los métodos de búsqueda e investigación para la desaparición forzada.
Después de la liberación
En las últimas horas de este jueves, gracias a la mediación, 33 soldados alcanzaron su libertad y fueron eliminados, con la ayuda de helicópteros, hacia San José del Guaviare, donde se confirmará su situación de salud.
El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, anunció que se presentó un caso penal a la oficina del fiscal y se ofreció recompensa, 20 millones de pesos según Colombia, por información que le permite identificar a los responsables.
Significado y consecuencias
Este incidente arroja luz sobre la sensibilidad de la seguridad en las áreas de la jungla donde funcionan el contrabando anti -flog de los fragmentos armados y las economías ilegales. También hay pistas difíciles de la política de «paz general» del gobierno de Gustavo Petro, que todavía no muestra un progreso decisivo contra el conflicto armado de excedentes.
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