La excicción colombiana Luis «Lucho» Herrera confesó haber pagado 10 millones de pesos a un intermediario de los paramilitares. Lo hizo en 2016, en Fusagasugá, con el objetivo de estar fuera de una investigación para la desaparición de cuatro campesinos en 2002. Esto se reveló durante una audiencia judicial en el marco del proceso que se enfrenta actualmente.
Herrera dijo que entregó el dinero a un joven que llegó a una motocicleta, pero luego no sabía el caso nuevamente. El antiguo clist aseguró que este pago se debió a una «presión», no a su orden de cometer un delito. Sin embargo, reconoció que su nombre apareció en los documentos de una estructura paramilitar, por lo que sintió miedo y trató de salir del problema.
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News One y la agencia EFE difundió las declaraciones de Herrera, generando un amplio debate en la opinión pública. El caso involucra eventos que ocurrieron en las cercanías de su granja, ubicada en el área rural de Fusagasugá, en el Departamento de Cundinamarca.
Aunque niega cualquier responsabilidad en las desapariciones, su testimonio demostró que intervino para evitar la investigación. La oficina del fiscal ahora evalúa el alcance de su confesión y su relación con los crímenes.
La justicia continuará el proceso en los próximos meses.
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