Una operación conjunta entre la policía metropolitana en el valle de Aburrá y el fiscal general de la nación fue fundamental para desmantelar una estructura criminal que operaba en Vecindario Antioquia, específicamente en la Comuné 15 de Medellín. En esta exitosa intervención, se logró la captura de seis personas atrapadas, entre las que se encontraban dos mujeres y cuatro hombres. Se alega que estos individuos estaban involucrados en la producción y distribución de drogas, operando cerca de escuelas y parques, lo que representa una grave exposición para los menores en la comunidad. Esta acción, conocida como «Acción en Barrio Antioquia», resultó en la incautación de más de 9,000 dosis de drogas.
Durante la intervención, las autoridades llevaron a cabo cuatro procedimientos de búsqueda en diversas casas que se utilizaban como laboratorios clandestinos y centros de dosificación de sustancias ilícitas. A pesar de que estas propiedades estaban relativamente alejadas del epicentro del tráfico de drogas, se ha confirmado que estaban logísticamente asociadas con los lugares más activos en el consumo de droga del sector. La estrategia de las autoridades consistía en atacar no solo las operaciones visibles, sino también las redes de apoyo que facilitan la actividad delictiva.
Más de 9,000 dosis y armas ocultas en la bahía; Operación en Barrio Antioquia: convulsiones de más de 9,000 dosis de drogas
Entre los hallazgos más significativos, los agentes encontraron 4,700 gramos de marihuana y bazuco, con una parte considerable de esa cantidad ya fraccionada en más de 9,000 dosis listas para la venta. Además, se incautaron dos armas de fuego de diversos calibres, junto con 40 cartuchos de diferentes tipos y tres teléfonos móviles, que podrían contener evidencia clave para continuar la investigación. También se recuperaron notas contables y 920,000 pesos en efectivo, que se sospecha son ganancias procedentes del tráfico de drogas.
El General de Brigada William Castaño Ramos, comandante de la policía metropolitana, confirmó que los detenidos «han cumplido varios roles en el grupo penal, desde dosis hasta transporte de drogas y ventas«. Esto pone de manifiesto la organización y la jerarquía dentro de la estructura criminal, revelando que no eran simples consumidores, sino que estaban profundamente involucrados en el negocio delictivo.
Las sustancias y las armas fueron halladas ocultas enbahías sofisticadas dentro de las propiedades inspeccionadas. Este material incautado será objeto de análisis para determinar su relación con otros delitos, incluidos homicidios que afectan la seguridad ciudadana. Las autoridades buscan vincular estos hallazgos a una serie de delitos más amplios que han tenido lugar en la región.
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Sexta captura: un hombre con 500 medicamentos sintéticos
Durante la operación, también se sorprendió a otra persona con 500 pastillas de drogas sintéticas ocultas en su pertenencias. Este individuo fue arrestado inmediatamente por el crimen de movimiento, producción o portación de drogas. Esta sexta captura refuerza la hipótesis de que Barrio Antioquia sigue siendo una epidermis en la lucha contra las drogas en Medellín.
Este sector es conocido por ser uno de los núcleos más antiguos y lucrativos del tráfico de drogas en la ciudad, con ganancias ilegales que superan 25 millones de pesos por mes, de acuerdo a fuentes judiciales. La intervención no solo tiene como objetivo atrapar a los delincuentes, sino también desmantelar el sistema que permite el desarrollo de estas economías ilegales y recuperar espacios seguros para los ciudadanos, en especial para los niños y adolescentes.
La operación envió un mensaje claro: en Medellín no hay cabida para el delito. Las autoridades continúan firmemente comprometidas contra el MicroTráfico, realizando cada vez más detenciones y confiscaciones que afectan a las redes ilegales. El objetivo primordial es proteger a los niños y jóvenes de estos peligros, y trabajar hacia una ciudad más segura y libre de crimen.
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