El precio del oro ha alcanzado un nuevo máximo histórico hoy, reafirmando su posición como el refugio preferido activo en un contexto global que se torna cada vez más complicado. En la mitad de la semana, el metal precioso experimentó un incremento superior al 2.5%, superando la barrera psicológica y técnica de $3300 por onza, y alcanzando un máximo intradía de $3,379.90.
Este impresionante aumento se produce en un contexto de incertidumbre macroeconómica y geopolítica constante. La escalada en el precio del oro no es un hecho aislado, sino más bien la continuación de una tendencia sólida impulsada por la convergencia de varios factores fundamentales: tensiones comerciales, la debilidad estructural del dólar estadounidense, y una creciente diversificación estratégica por parte de los bancos centrales.
La debilidad del dólar, que actualmente se encuentra cerca de sus niveles más bajos en tres años, desempeña un papel crucial en esta dinámica. Un dólar menos fuerte hace que el oro sea más atractivo para los inversores extranjeros y reduce la atracción de los activos denominados en dólares. Esta situación contribuye a la percepción de que el dólar es menos fiable como refugio seguro, lo que trae beneficios directos para el oro.
Hasta la fecha, desde 2025, el oro ha acumulado un aumento superior al 26%, acercándose rápidamente al sólido incremento del 28% registrado durante todo el año 2024, lo que enfatiza el poder subyacente de la demanda. Los factores que explican esta continuidad incluyen:
1. Incertidumbre geopolítica y comercial: La presencia de conflictos globales activos y las renovadas tensiones entre Estados Unidos y China (que incluyen los últimos aranceles y restricciones tecnológicas) fomentan la demanda de oro como un refugio seguro.
2. Debilidad en el dólar y expectativas sobre la Reserva Federal: La depreciación del USD y la expectativa de posibles recortes de tasas por parte de la Reserva Federal (con atención al próximo discurso de Jerome Powell) reducen el costo de oportunidad de mantener oro como inversión.
3. Demanda de bancos centrales: Economías emergentes como China han triplicado sus reservas de oro, alcanzando aproximadamente el 8%, como respuesta estratégica a eventos significativos como el congelamiento de activos rusos. Esta acumulación de oro no es solo una estrategia financiera, sino una declaración sobre el futuro de la orden global en efectivo.
Desde un punto de vista técnico, el oro ha superado niveles clave. Tras romper la marca de $3300, el siguiente nivel de resistencia a corto plazo se sitúa en USD 3351. Sin embargo, si las condiciones actuales persisten, los objetivos a mediano y largo plazo se proyectan hacia el área de USD 3,734 por onza.
El panorama se mantiene constructivo para el oro, respaldado por un conjunto de factores macroeconómicos y geopolíticos que refuerzan su valor interno como reserva de riqueza y herramienta de diversificación en tiempos de incertidumbre.
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