Los conflictos políticos en Ibagué han escalado a nuevas dimensiones, especialmente entre el ex alcalde Andrés Fabián Hurtado y el senador Oscar Barreto Quiroga, quien ha sido una figura prominente en la política regional. Hurtado, quien actualmente se encuentra en la presidencia de un candidato U en Tolima, ha comparado a Barreto con el infame narcotraficante Pablo Escobar, acusando al senador de llevar a cabo una «persecución sistemática» contra sus adversarios y aliados. Este enfrentamiento no sólo representa una rivalidad política, sino que también pone de manifiesto las luchas internas dentro de la política colombiana, donde las alianzas pueden desmoronarse rápidamente y los antiguos amigos pueden convertirse en enemigos.
Recientemente, Hurado hizo declaraciones intrigantes, recordando que durante su etapa anterior en la política, era parte de una alianza llamada «Tombar», cuyo propósito era frenar la autoridad del Gobernador en funciones de aquel entonces. Sin embargo, ha afirmado que ahora esa dinámica ha evolutado hacia un fenómeno político más agresivo al que ha denominado «Pepos», término que utiliza para describir a aquellos que han sido perseguidos por Oscar Barreto. Según Hurtado, esto refleja un cambio en el tono de la política en Tolima, donde las tácticas de Barreto han pasado de ser defensivas a ataques claros y francos contra cualquiera que represente una amenaza a su poder.
Hurtado ha expresado que Barreto no distingue entre aliados y adversarios; todos parecen estar en su radar. «Ya no basta con estar en contra de Barreto, ahora es simplemente Barreto contra todos», subrayó Hurtado, quien no ha escatimado esfuerzos en denunciar lo que considera una cultura de venganza en la arena política. Esta venganza, según él, se manifiesta a través de la eliminación de cualquier figura que represente un reto, incluyendo a aquellos que han sido identificados como conservadores, indicando así que el alcance de Barreto se extiende incluso a individuos cercanos a su propia estructura de apoyo.
Nadie se salva
Durante sus declaraciones, Hurtado enumeró a un grupo de antiguos aliados de Barreto que se han convertido en víctimas de lo que él denomina una «venganza política». Los nombres que surgieron en su discurso incluyen a Miguel Barreto, Mauricio Pinto, «Choco», Jaime Yepes, Aquileo Medina y Carlos Edward Osorio, todos ellos con antecedentes de colaboración cercana y lealtad dentro del movimiento conservador. Hurtado sostiene que ninguno de estos actores ha conseguido eludir las consecuencias de lo que él ve como una limpieza brutal impulsada por el senado Barreto, quien no tolera las disidencias dentro de su propio partido.
Tu campaña
Andrés Fabián Hurtado, quien alguna vez gozó de la confianza de Barretismo, ahora está pugnando por emerger como el principal contendiente de ese movimiento. Su estrategia política, la cual ha manifestado claramente, se centra en agrupar a todos los “Pepos”, es decir, a aquellos que han sufrido por la presunta persecución de Barreto, y consolidarlos en un sólido bloque electoral con miras hacia las elecciones de Tolima en 2027. Este enfoque tiene el potencial de transformar la dinámica política en la región y ofrecer una alternativa a los votantes que se sienten desilusionados por las tácticas del establecimiento político vigente.
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