La trágica muerte de Ángel Hurtado Urriago, un subintendente de la Policía Metropolitana de Bucaramanga, cometida en las primeras horas del sábado 3 de mayo, ha dejado a la comunidad en estado de shock. El incidente ocurrió en la zona rural de Flandes, Tolima, cuando seis hombres armados emboscaron a Hurtado, quien se encontraba acompañado por su esposa e hijo en un Kia Stilius de placas KFV-298. La historia detrás de esta brutal ejecución resuena muy especialmente en el ámbito de la seguridad pública y en la vida diaria de muchos ciudadanos que aún lamentan la pérdida del subintendente Ángel Fair Hurtado Subintendente en Tolima Murders.
Los delincuentes utilizaron táctica de emboscada al forzar el arresto del vehículo donde viajaba la familia. Seguidamente, descendieron del automóvil y, utilizando su uniforme como parte del plan de ataque, llevaron a Ángel a una zona boscosa de tierras adyacentes, donde, sin ningún tipo de compasión, le dispararon. Su esposa, aún dentro del auto, escuchó los disparos aterradores y tuvo el valor de solicitar ayuda a una patrulla que se encontraba en el área.
Las autoridades están considerando dos hipótesis: ¿robo o un plan de armas?
Las primeras líneas de investigación apuntan a la posibilidad de que se tratara de un robo. Los delincuentes, antes de ejecutar el crimen, lograron despojar a Hurtado, su esposa e hijo de sus pertenencias. Sin embargo, otra teoría ha cobrado fuerza rápidamente: podría tratarse de un caso vinculado con el «plan de pistola,» una táctica conocida de grupos armados que buscan eliminar a los miembros de las fuerzas públicas.
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Ángel, de 33 años, estaba de vacaciones y realizaba un viaje desde Gińń (Santander) hacia Garzón (Huila), donde planeaba pasar unos días en familia. La Fiscalía de CTI ya ha iniciado las investigaciones pertinentes, llevando a cabo un control técnico para esclarecer los hechos y las responsabilidades implicadas en este atroz crimen.
Dolor en la institución: la policía lamenta el asesinato; Ángel Fair Hurtado Subintendente en Tolima Murders
Este crimen ha causado un profundo impacto en la Policía Nacional y ha generado un clima de temor entre los habitantes de Piedecuesta, localidad donde residía el subintendente. El legado profesional de Hurtado Urriago en la institución era notable, lo que hace aún más dolorosa su pérdida.
La Policía Metropolitana de Bucaramanga ha condenado enérgicamente el asesinato y ha solicitado justicia para la víctima y su familia. Actualmente, las autoridades no han logrado confirmar arrestos, pero están en proceso activo de identificar a los autores del crimen, utilizando como referencia los testimonios recolectados y las grabaciones de cámaras de seguridad en las cercanías al lugar del asesinato.
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