En un periodo extraordinariamente corto de menos de 24 horas, las autoridades de Medellín se vieron alarmadas por la trágica muerte de tres ciudadanos extranjeros, cada uno de una nacionalidad distinta. Estos incidentes se produjeron en establecimientos de alojamiento situados en los municipios 11 (Laurel-Stadium) y 16 (Belén), elevando los niveles de preocupación tanto entre los residentes locales como entre los turistas. Esta situación ha reavivado el debate sobre la seguridad y la salud pública en la región, ya que las muertes de estos tres extranjeros han suscitado investigaciones por parte de las autoridades pertinentes. Tres extranjeros mueren en Medellín Lodgings.
El primer incidente tuvo lugar en la tarde del jueves 10 de abril, cuando un grupo de empleados de un hotel en la carrera 5 con 70 ronda 5, en el distrito bolivariano, hicieron un descubrimiento desconcertante. Se encontraron con el cuerpo sin vida de Walter Darren Valex, un ciudadano estadounidense de 39 años. El cuerpo fue hallado en la cama, presentando signos de que no había estado vivo y sin marcas o indicios de violencia en su entorno.
Valex había ingresado en el hotel la noche anterior. Durante la revisión técnica llevada a cabo por las autoridades, se encontró que él tenía consigo una dosis de insulina, lo que podría sugerir que padecía un problema de salud preexistente. Aún se están llevando a cabo las investigaciones para determinar la causa exacta de su fallecimiento.
El turista dominicano muere tras un colapso en su habitación; Tres extranjeros mueren en Medellín Lodgings
Poco tiempo después, otro trágico acontecimiento se desató a escasa distancia del primer hotel. Allí, se encontró muerto a Lusitania Berroa Constanzo, una ciudadana dominicana de 33 años. Según los informes preliminares, la mujer se colapsó en su habitación y lamentablemente no pudo ser reanimada.
Berroa había estado en la ciudad por motivos turísticos durante una semana. Las autoridades han confirmado que la mujer padecía de asma crónica y obesidad, condiciones que, según algunos expertos, podrían haber influido en su fallecimiento. Al momento de la revisión inicial, no se encontraron signos de violencia o lesiones externas en su cuerpo.
Encuentran el cuerpo en un estado de avanzada descomposición en Belén
El tercer caso se presentó en el distrito de La Gloria, en la Comunidad 16 (Belén), donde se halló el cuerpo de un ciudadano estadounidense, Robert James Allen, de 57 años. Su cuerpo fue encontrado completamente desnudo y en estado avanzado de descomposición, lo que sugiere que había estado fallecido por varios días.
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Amigos y vecinos de Allen notaron su falta de presencia el lunes anterior. Tras ingresar en la habitación que había alquilado, encontraron el cuerpo y avisaron inmediatamente a las autoridades. Según informes iniciales, la policía descartó la posibilidad de que hubiera signos de violencia en esta muerte.
Este año ya hay 17 turistas muertos en el valle de Aburrá
Con los tres recientes casos, se llega a un total de 17 extranjeros muertos en lo que va de 2025 en el valle de Medellín y Aburrá. Es importante destacar que ningún caso ha sido caracterizado como un asesinato.
Las causas de estas muertes son variadas e incluyen sobredosis, problemas médicos, procedimientos estéticos fallidos y explicaciones naturales. Las autoridades de Estados Unidos han documentado al menos ocho de estas muertes. Además, se han reportado muertes de turistas de la República Dominicana (dos), así como de países como México, Brasil, Italia, Francia, Türkiye, España y Corea del Sur.
Este año, 17 turistas ya han perdido la vida en el valle de Aburrá. Las razones citadas abarcan desde sobredosis hasta enfermedades, accidentes y suicidios. Importante es señalar que, a pesar de ello, ninguno de los casos está relacionado con asesinatos. Las autoridades continúan realizando investigaciones profundas, razón por la cual recomiendan enfáticamente a los turistas que cuiden su salud, eviten excesos y tengan suma precaución durante su estancia. Medellín sigue siendo un atractivo turístico, pero enfrenta retos significativos en términos de salud pública y la regulación del alojamiento.
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