
Donald Trump, quien está a punto de entrar en su segundo mandato de 100 días, enfrenta actualmente la tasa de aprobación más baja para un presidente en al menos siete décadas. De acuerdo con una reciente encuesta de Ipsos, publicada en colaboración con Washington Post y ABC News, solamente el 39% de los estadounidenses aprueban su gestión. Este número ha caído notablemente desde el 45% registrado en febrero, lo que indica una disminución drástica en un corto período de tres meses. Estas cifras reflejan el momento más crítico para Trump en los primeros 100 días de su mandato.
El actual índice de aprobación es el más bajo que se ha registrado para un presidente desde que se iniciaron estas encuestas en 1933. A pesar de que su base de apoyo parece estar debilitándose, especialmente a causa de su agenda política agresiva en temas como la inmigración, la guerra comercial internacional y sus constantes conflictos con el poder judicial, no se vislumbran signos de recuperación inmediata.
Además, otra encuesta realizada por CN revela que la tasa de desaprobación de Trump alcanza el 59%, marcando un nuevo récord negativo en los primeros 100 días de cualquier presidencia. Esto refleja una creciente frustración entre los ciudadanos, que se sienten cada vez más representados por la opinión pública desfavorable hacia su gobierno.
Sin la legislación adecuada y con 210 medidas ejecutivas cerradas; Trump enfrenta su peor aprobación en 100 días
A pesar de contar con el control en ambas cámaras del Congreso, Trump ha tenido grandes dificultades para implementar las leyes que su administración considera necesarias. Hasta ahora, su gestión se ha apoyado en Comisión, habiendo emitido 210 órdenes ejecutivas en solo tres meses, superando la cifra de cualquier presidente en la historia reciente.
Sin embargo, su agenda ha enfrentado numerosos obstáculos: 122 decisiones judiciales han bloqueado o retrasado temporalmente sus políticas, muchas de las cuales han sido declaradas «claramente constitucionales» por diversos tribunales. Esto pone de manifiesto las complicaciones que enfrenta su administración al intentar avanzar en su agenda a pesar de los frenos legales.
Entre las acciones más polémicas de su administración se destacan la eliminación del derecho a la ciudadanía por nacimiento y el intento de reducir fondos destinados a refugios. Esta creciente tensión entre la Comisión y el Tribunal de Justicia se intensifica, mientras Trump incluso exige la destitución de jueces que se opongan a sus políticas.
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La guerra comercial y la migración aceleran el descontento hacia Trump
Uno de los factores que más ha impactado su popularidad ha sido la guerra comercial internacional. Un asombroso 64% de los estadounidenses rechaza las tarifas a gran escala que ha impuesto tanto a aliados como a adversarios, según IPSOS. Esta resistencia a sus políticas económicas refleja un descontento generalizado en la población.
Además, la inquietud en el sector financiero también ha tomado forma: un 67% de los encuestados desaprueba su gestión económica, debido a las fluctuaciones que han resultado de sus decisiones, las cuales han alterado los mercados significativamente.
En cuanto a la política migratoria, a pesar de su auto proclamación sobre la reducción de transacciones ilegales, su administración no ha logrado cumplir con la meta de deportar a 15 millones de inmigrantes. Tras 100 días, únicamente 100,000 inmigrantes han sido deportados, cifra que resulta comparativamente baja en comparación con otros presidentes recientes.
Su intento de utilizar la base en Guantánamo para realizar deportaciones masivas y aplicar leyes del siglo XVIII para transferir migrantes se ha traducido en batallas legales y desafíos en diferentes tribunales, lo que ha dificultado aún más sus esfuerzos en este ámbito.
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