Washington, 11 de agosto de 2025 – En un movimiento clave para evitar tarifas, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, firmó el lunes, el lunes, una tarifa de 90 días con China, justo antes del período original aprobado.
El alto el fuego, acordado en mayo en conversaciones en Ginebra después de muchos meses de voltaje comercial, permitió posponer la restauración de tarifas a gran escala, que habrían alcanzado hasta el 145 % para los productos chinos y el 125 % para los productos estadounidenses, y así evitando el Embu casi comercial casi comercial.
Actualmente, los aranceles en los productos importados de China son del 30 % (10 % base y 20 % relacionados con el problema de los fentanilos), mientras que China ha reducido sus aranceles sobre los productos estadounidenses al 10 %.
Trump fue cauteloso pero optimista: «Veremos lo que sucede … la relación con el presidente XI y conmigo es muy buena», dijo a los medios de comunicación en la Casa Blanca.
Los expertos son positivos para el gesto: Kelly Ann Shaw, una ex funcionario comercial en el primer mandato de Trump, dijo que esto permite «construir negociaciones más extensas», mientras que Ryan Majerus, un ex representante comercial,
El Secretario del Tesoro, Scott Bendy, es optimista. Trump también mencionó anteriormente los planes para China Quadluplico en sus compras de soja americana, aunque el lunes no repitió esa demanda. También ha presionado a Beijing para que deje de adquirir petróleo ruso, lo que indica que el impuesto de las tarifas superiores si no lo hace.
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