Bonner Mosquera, un jugador emblemático del club millonario, revivió momentos difíciles que marcaron su trayectoria como futbolista en el equipo conocido como ‘Embajador’. En una reciente aparición en el segmento ‘anecdotario’ de Gol Caracol, el ex volante compartió experiencias sobre su trayectoria, su inquebrantable amor por el club y los retos significativos que enfrentó durante la tumultuosa década de 1990.
Mosquera, quien se destacó al jugar un impresionante total de 524 partidos con la camiseta azul, reflexionó sobre su llegada al club, un hecho que se dio gracias a la recomendación de Delio ‘Maravilla’ Gamboa. Desde sus inicios en las divisiones menores, logró ascender al primer equipo, donde se consolidó no solo como un jugador clave, sino también como capitán y figura de referencia para sus compañeros y aficionados.
No obstante, su carrera no estuvo exenta de desafíos. Durante el periodo que abarca entre 1997 y 2000, el equipo de los millonarios atravesó una crisis financiera y deportiva muy profunda que afectó a todos los involucrados. Mosquera recordó claramente esos tiempos difíciles cuando comentó: «Tuve que soportar tres meses sin pago. No recogieron a los niños en las rutas escolares y no asistieron a jugadores de salud». Este tipo de situaciones reflejaban la desidia que afectaba tanto al club como a sus jugadores.
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Además de reflexionar sobre su carrera, Bonner también mencionó el dolor que sintió al observar el tratamiento que recibían algunos aficionados. «Por un lado, fue una pena salir en un tanque de El Campín. Eso se entendió en Medellín o Barranquilla, pero en Bogotá, salir así fue muy difícil», compartió, evidenciando la emotividad de esos momentos y el impacto que tuvieron en su vida personal y profesional.
Por otra parte, Mosquera recordó con cariño su relación con Jhon Mario Ramírez, un excomunicero y amigo, cuya muerte lo afectó profundamente. Ambos habían compartido varios proyectos en el ámbito del fútbol, lo que hizo que su partida fuera aún más dolorosa y significativa para él.
En la actualidad, Bonner Mosquera continúa vinculado al deporte, no solo como administrador, sino también como entrenador de nuevos talentos futbolísticos. Su historia es un poderoso testimonio de la fidelidad hacia el club, el amor incondicional que siente por él y la resiliencia que mostró al enfrentar algunas de las peores adversidades que los millonarios han vivido en su historia.
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